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sábado, 24 de julio de 2010

Sobre la fantasía

Lectura y fantasía
La fantasía abre puertas que permiten salir a explorar otros mundos para entender mejor lo cotidiano. Hay quienes sólo la ven como pura evasión,lícita por cierto, pero quedarse únicamente ahí es superficial.
Hablar de fantasía es entrar en el mundo que puede dar la llave de comprensión del mundo real.
Si buscamos el significado de la palabra en el diccionario María Moliner, éste nos remite a la etimología: Lat. phantasia derivado del griego phantazo, brillar y como primera acepción imaginación creadora, o sea, facultad de la mente para representarse cosas inexistentes; particularmente para inventar seres y sucesos y crear obras literarias y de arte.
Si tomamos la palabra inventar ya estamos de pleno en el mundo del niño que constantemente inventa, crea juegos, aventuras e historias, para dar razón de lo que vive o de lo que sucede a su alrededor. En el niño la imaginación se desborda tempranamente, siendo la razón del adulto la que circunscribe y juzga sus creaciones, pareciéndonos con frecuencia inverosímiles porque no responden a la realidad, pero ¿a qué realidad?

La ficción está emparentada con el juego, responde a una necesidad profunda del niño, la de no contentarse con su propia vida, la de ir más allá. En la imaginación del niño el sueño se mezcla con la realidad de forma natural y juega con las palabras cargándolas de vida y de nuevos significados. Los cuentos desarrollan en él la necesidad de lo insólito y el libro se convierte en una especie de segunda vida, como los sueños, pero duraderos porque se leen y se repiten y así “me represento y me creo” despertando un mundo interior en el que lo imaginario será el motor de lo real, obligándolo a progresar.
Según Jacqueline Held en su obra Los niños y la literatura fantástica, lo fantástico nace de la elección gratuita de alguien, el autor en el caso de un libro; es por esencia lo subjetivo, lo que le es propio, particular a esa persona, en ese momento, entonces ¿cómo se comunica?, ¿cómo se comunica la fantasía de una persona con la de todos? Tanto el adulto como el niño, tendrán una profunda necesidad de lo fantástico, ¿por qué?

Lo irreal de lo fantástico ¿es de verdad irreal?, lo fantástico ¿nos conmovería?, ¿encontraría lectores una obra fantástica si no reuniera las aspiraciones, las necesidades, las experiencias que llevamos en nosotros en diverso grado, oscuras y semiignoradas, pero sin embargo reales?

El relato fantástico reúne, materializa y traduce el mundo de los deseos: compartir la vida animal, hacerse invisible, cambiar de talla, volar, dominar a un ser más grande, o sea, cambiar el universo a voluntad. Traduce los sueños humanos. A menudo los sueños han sido retomados por la ciencia posibilitándolos y los relatos han tenido una base científica para construirse.
Lo fantástico no existe sino en relación a una realidad “no fantástica”; se acerca a una realidad psíquica, porque ¿existe lo real en estado bruto? La realidad ¿es como es, o como se percibe?
De lo que cada uno percibe, recorta su propio universo y así segrega su realidad; por eso parte de mi realidad puede convertirse para otros en fantasía. Por otro lado, mi sentido de lo fantástico es, curiosamente, real.

La esencia de lo fantástico reside en todo caso en un cierto clima en el que sueño y realidad se interpretan entre sí hasta el punto en que toda línea de demarcación desaparece. Esto lo vemos claramente en la obra ya clásica de Maurice Sendak, Donde viven los monstruos.


Lo fantástico no está fijado de una vez para siempre, ni es intangible, sino que vive y se transforma al ritmo de los descubrimientos y preocupaciones del ser humano. Lo fantástico es pues, función tanto de los conocimientos como de la demanda de un cierto tipo de sociedad.

Es imposible definir lo fantástico de forma unívoca. El ensayista francés Bernard Epin dice en su estudio sobre la elección de libros para niños: Todos los géneros son portadores de lo imaginario para quien sepa hacerlo surgir.
Ahora bien, ¿existe lo fantástico puro? en tal caso representaría lo desconocido de tal modo que resultaría extraño por no tener ningún punto de contacto con la realidad.

Etapas lectoras y fantasía
De 2 a 6 años
Etapa animista
personificación de los animales y de los elementos de la naturaleza.
Fantasía lúdica y auditiva que asume los recursos onomatopéyicos del lenguaje.

De 6 a 8 años
Etapa imaginativa
Fantasía lúdica y sugerente
Lenguaje afectivo y poético
Importancia de las ilustraciones
Identificación del lector con los personajes

De 9 a 12 años
Etapa fantástico-realista

Aparecen los deseos y el miedo
Búsqueda de acción dinámica
Importancia del humor
Mezcla de realidad y fantasía

Obras fantásticas
1-Relatos maravillosos o cuentos de hadas
: Son narraciones que suceden en un mundo donde el encantamiento y la magia son normales. Su lectura produce asombro.
El marco de referencia son Las mil y una noches. Para niños pequeños hay innumerables adaptaciones de Los tres cerditos, Caperucita, Hansel y Gretel, Blancanieves, La bella durmiente y la Cenicienta, por ejemplo.
En novela el ejemplo más sólido y elaborado de este tipo de relatos serían las novelas de Tolkien, El Hobbit y El señor de los anillos, las Crónicas de Narnia de C.S. Lewis y Harry Potter, de J.K. Rowling, por ejemplo.

El cuento de todas las épocas, y Tolkien
lo subraya cuando habla de los cuentos de hadas, tiene como función responder a los deseos del hombre. Es la expresión y la prolongación del deseo humano de felicidad, busca en él la alegría de ser, de vivir, de luchar contra los obstáculos, de ganarse la vida. El ser humano, a fuerza de soñar porque está insatisfecho, inventa, crea y lucha por cambiar el mundo.

Paul Valéry decía que Los mitos son el alma de nuestras acciones… No podemos actuar sino moviéndonos hacia un fantasma… Sueño como motor constante de lo real”… Ya Cervantes creó a Don Quijote, moviéndose en estos parámetros, no hay mejor exponente literario de la lucha por conquistar un ideal. Y Julio Verne escribe: Todo lo que el hombre fue capaz de soñar, otros hombres podrán realizarlo algún día. ¿Era un visionario, tal y como se dice? Parece que no, sino que sus obras tienen una base científica real, por eso es posible que en el siglo XX se hagan realidad.

2- Relato fantástico: Presenta lo sobrenatural como ruptura de la coherencia universal. Su lectura produce sorpresa. El maestro de este tipo de relatos para lectores de 14 años en adelante, es Edgar Alan Poe cuya lectura produce miedo y angustia.
Los relatos fantásticos, pueden, bajo una apariencia de ligereza a veces, tocar los problemas más graves, hacer al niño atento y crítico, llevarlo a un cuestionamiento más lúdico y crítico de los dramas del mundo actual.
Los cuentos que los niños se han apropiado, escritos o no para ellos, no son los moralizantes, ni las historias edulcoradas, son cuentos que perfilan conflictos políticos, sociales, que hacen referencia a la sexualidad y a la realidad de las relaciones humanas,tantas veces trágica e incluso cruel.

3-Relato de ciencia-ficción: En estos relatos se reúnen elementos de los dos anteriores. Lo fantástico se produce por la ciencia y el miedo lo producen los adelantos científicos en sí. El maestro del género es H.G: Wells, con novelas como La máquina del tiempo (1895) o La guerra de los mundos (1898).

4-Relato nonsense: Son relatos incoherentes y disparatados que producen sorpresa. Su tono festivo y fantasioso lo aparta de la literatura del absurdo de adultos. El modelo de este tipo de obra es Alicia en el país de las maravillas de Lewis Carroll y en España, Los batautos, de Consuelo Armijo, que marcaron un hito en la literatura infantil española.


La cuestión es que lo fantástico no reproduce lo visible, sino que “hace visible”.
Lo imaginario auténtico no nos aleja de la realidad, sino que nos la restituye, ayudándonos a franquear el olvido.
Paul Éluard decía: Me obstino en mezclar las ficciones con las realidades temibles para hacer estas realidades menos temibles, para dominarlas. Y en sus Escritos sobre teatro Bertolt Brecht habla del distanciamiento, “insiste” sobre la imperiosa necesidad de un extrañamiento que torne más aguda y eficaz toda posible interrogación crítica sobre lo real, su grado de existencia, su valor. Algunos pasajes deben desvincularse, alejarse del dominio de lo cotidiano, de lo familiar, de lo evidente”.

Según esto, ¿qué tememos de lo fantástico? ¿Qué el niño no llegue a ser un ser racional?
¿No ocurrirá por el contrario que el adulto que nunca haya fantaseado en su infancia, crea de mayor todo lo que le digan los horóscopos, tomando ese tipo de informaciones y otras similares al pie de la letra?

La mente infantil distingue perfectamente entre lo que es el relato en sí y lo que a él pertenece, y lo que es su propia existencia, a pesar de que los niños cuenten historias inventadas como si fueran algo real.
Al niño le gusta que le contemos cuentos y los reclama con insistencia, lo que no le gusta es que se le engañe sobre la realidad. ¿Por qué ocultarle la enfermedad o la muerte de un ser querido?
Este tipo de engaños son los que no admite y los que le traumatizan, no los cuentos.
La magia forma parte de su mundo y la necesita para enfrentarse a la realidad.En este sentido el psicólogo infantil Bruno Bettelheim se decanta totalmente a favor de los cuentos de hadas para estimular la imaginación infantil.

En cada ser humano, más aún en cada niño, imaginación, sensibilidad e inteligencia son funciones que no se pueden disociar con facilidad. El crecimiento psicológico es global.
El niño, para desarrollarse de modo equilibrado y armonioso necesita del sueño, de lo imaginario. Todo el problema consiste en nutrirlo con el registro de lo imaginario sano, auténtico, de calidad real.
Lo fantástico incita al niño, por distanciamiento, a interrogarse, a criticar e incluso a desmitificar.

Para acceder a la literatura fantástica, el niño ya tiene claves, porque desde muy temprana edad se plantea problemas relacionados con su propio deseo y existencia. A su modo se plantea cuestiones como esta: “Si me hubieran preguntado si quería nacer no sé si hubiera querido nacer… seguro que quizás hubiera querido nacer, por lo menos para besar a mamá” (Lucas, 7 años)

11 comentarios:

  1. En primer lugar, me gustaría felicitar a Ana María Navarrete por la construcción de este blog, opino que es una recopilación excelente en cuanto a literatura infantil y juvenil se refiere.

    Dentro de etiqueta Historia, he elegido la entra de “Fábulas”, porque considero que no están lo suficientemente presentes en nuestro sistema educativo y concretamente dentro de las lecturas de los alumnos/as, aunque entiendo que tienen una clara intención didáctica. La mayoría de las fábulas terminan con una moraleja, es decir, con una enseñanza que el autor quiere transmitir, por tanto un aprendizaje.

    El considerar en este blog la entrada de las Fábulas, es tremendamente importante, porque desmitifica lo que mucho/as aún piensan sobre ellas, que son meras historias que solo sirven para entretener, pero ya hemos comentado que el aprendizaje que proporcionan, las convierten en un recurso muy interesante para los alumnos de Primaria, dado que supone un instrumentos para incentivar la lectura en los niños de nuestro tiempo, tan inmersos en consolas, videojuegos, ordenadores y demás….
    Creo recordar que una de las estrategias mediante la cual se introducía a los niños/as en el conocimiento científico, en la educación Montesori, era a través de las denominadas “Grandes lecciones”, las cuáles se corresponden con las fábulas, que específicamente, en la educación primaria, buscaban dar una mirada amplia hacia aspectos relacionados con el conocimiento y el desarrollo humano.

    Afortunadamente, en mi infancia he podido tener contacto con muchas fábulas como: El cuento del lobo, la tortuga y la liebre, la cigarra y la hormiga, el cuervo y la zorra, y aún hoy las recuerdo, pero las lecturas de estas fábulas no eran en clase de lengua, ni siquiera en esas horas, en las que no hacíamos nada, porque un profesor no estaba, sino que era mi madre quién me las contaba. Ella, trataba de que entendiera la enseñanza de la historia, de que viera más allá de una sucesión de acontecimientos, con un principio y un fin, que no era un simplemente “colorín colorado y este cuento se ha acabado”. Tras la lectura, había una reflexión, y unas ganas enormes de que me contará otro más.

    Esto es juntamente, uno de los retos que me gustaría conseguir en el futuro con mis alumnos/as, motivarles hacia el mundo de la lectura, despertar en ellos una pasión lectora y literaria, revalorizar las fábulas y a través de ellas, transmitirles pequeñas filosofías de vida y valores, que les ayuden a desarrollarse como personas y a desarrollar su formación literaria.
    Finalmente, quisiera concluir, expresando de nuevo, el placer que ha sido poder contar con un blog de estas características y agradecerte de nuevo, Ana María, el que hayas compartido este trabajo, que seguramente a más de uno/a nos ha servido de inspiración y motivación.
    Un saludo
    Jennifer Iglesias Antomil

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  2. Hola Ana:
    Me ha llamado la atención este articulo ya que la fantasía es uno de los géneros que más nos gusta de pequeños, desde los 2 a los 12, aunque nunca deja de engancharnos. Creo que al leer este tipo de libros la imaginación vuela y deja crear en la mente, por ello lo veo tan interesante para que niños ya desde pequeños se interesen por la fantasía y todos los mundos a los que nos transportan.
    Este género es uno de los que más ‘engancha’ a los niños a leer, no sé si será por lo sobrenatural que puede llegar a ser o por el poder de sentirse en la piel del protagonista y vivir esas imaginativas aventuras, pero tal y como has escrito en el artículo ‘la ficción está emparentada con el juego’ algo que a los niños les encanta.
    También a esa edad los niños creen en cosas que para nosotros son imposibles, por eso para ellos muchas de esas historias no son simple fantasía, sino una realidad, como pueden ser los superhéroes, las hadas, los seres mitológicos, los dragones, etc.
    Cada tipo de relato hace que los niños imaginen de forma distinta ya que nada tiene que ver los cuentos de hadas donde el mundo es irreal, que las de ciencia ficción que suelen estar orientadas en nuestra realidad pero con seres sobrenaturales. Pienso que cada una aporta cosas distintas a los niños, pero igual de importantes, la necesidad que ellos tienen de imaginar, de jugar leyendo, de crear y poder evadirse de la realidad a otros mundos… y como dices en el artículo ‘la mente infantil distingue perfectamente entro la realidad y la fantasia’, por ello hay que dejarles y animarle a leer literatura fantástica, para que desarrolen la imaginación, sensibilidad e inteligencia.

    Sonia Valdivieso García
    Magisterio Infantil
    Grupo 211

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  3. ¡Hola Ana María!

    Me ha gustado mucho este apartado dedicado a la fantasía y no podía pasar sin hacer una breve reflexión. A medida que lo iba leyendo, me iba enganchando más, porque he de reconocer, que la literatura fantástica me fascina. El gusto por lo fantástico surgió desde hace poco tiempo y desde entonces, me considero una auténtica fan. Mi libro favorito es “El Señor de los Anillos” de Tolkien. Me pierdo con los hobbits en la comarca y vivo junto a Frodo la aventura de ir al Monte del Destino, a Mordor, para acabar con el anillo de poder; aunque tampoco me olvido de Harry Potter y de sus amigos, Ron y Hermione, por supuesto.

    Es la magia de la fantasía la que hace que te evadas de la realidad presente y viajes a otros mundos totalmente distintos y nuevos. Hace que en tu mente crees nuevos personajes, ya que eres libre de imaginarte cómo son, por ejemplo, los orcos, las hadas o los monstruos de los libros. Pienso que estos libros ayudan a ejercitar la imaginación, la creatividad, al igual que trabaja los sentimientos, ya que puedes sentir amor, miedo, odio, sorpresa,… Nos llena como personas y nos enriquece porque vivimos nuevas experiencias. Abre nuestra mente.

    ¿Inculcamos el amor por la fantasía a los más pequeños? Que no nos dé miedo llevarles por este camino de ilusión y de evasión. Podríamos sacar partido a este género para establecer diferencias entre lo real y lo imaginario, de esta manera aseguramos que saben perfectamente distinguirlo sin problemas. Al potenciar tantas habilidades como la imaginación y la creatividad, podríamos sugerirles que creasen su propio mundo de fantasía.

    La fantasía la disfrutamos todos, tanto niños como adultos y me parece única y maravillosa para crear y sumergirse en otro mundo y espacio del que volver a la realidad nos parecerá un auténtico aburrimiento.

    Yolanda Calonge
    3º Educación Primaria. Universidad Pontificia Comillas.

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  4. A la hora de elegir que entrada de este blog pinchar, sin duda la fantasía era una de mis primeras opciones (por no decir la primera). Este aspecto me parece apasionante, la fantasía es algo que formará siempre parte de nuestras vidas, y nos hace conocer la realidad de otra forma diferente.

    Ya no solo es importante en la vida de los niños, sino que todos tenemos contacto con la fantasía a lo largo de la vida. Particularmente mi vida esta estrechamente relacionada con la imaginación y la fantasía, a través de ella he conseguido superar muchos obstáculos y he aprendido a formarme como persona siguiendo un camino apasionante.

    He aprendido a soñar, creer, ser... desde la fantasía, puesto que desde que nací a estado muy presente en mi vida.
    Bajo mi punto de vista es fundamental introducir la fantasía en la vida de todas las personas desde sus primeros años de vida. Los niños pequeños tienen una capacidad de creer e imaginar envidiable y esta capacidad les ayuda a conocer el mundo en el que viven y entrar en contacto con la realidad de forma divertida y comprensible para ellos.

    Sin duda pienso que la fantasía se encuentra dentro de todos nosotros, y aunque intentes alejar a los niños de la fantasía, estos llegarán a ella, puesto que nadie puede evitar que otro alguien crea e imagine.

    Un buen proceso de enseñanza-aprendizaje tiene que estar basado en la fantasía y más en Educación Infantil. Un profesor que no trabaje la fantasía en su aula nunca será un buen profesor.

    Gracias por todas estas maravillosas obras que me ayudarán a formar personas plenas y a conseguir un proceso de enseñanza aprendizaje constructivo y significativo mediante el disfrute de mis alumnos.

    Ana Suárez Barceló
    4º Grado en Educación Infantil
    Universidad Pontificia de Comillas

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  5. Estoy de acuerdo en que la fantasía no es solamente una puerta que nos transporta a otros mundos sino que gracias a ella podemos comprender muchas cosas que pasan en el mundo que nos rodea. En estas historias de fantasía encontramos los problemas que nos pueden ocurrir en la vida real pero ambientados en un contexto que nos transporta a otros tiempos, por ejemplo en el hobbit lo fantástico lo encontramos con el anillo, el dragón, los enanos y por supuesto los hobbits además de todos los objetos fantásticos que aparecen en el libro pero también nos narra sucesos cotidianos como el sacrificio que muchas veces nos supone salir de nuestra rutina y experimentar nuevas cosas, nos habla de la amistad y del sacrificio por los demás, así como del ingenio y la perspicacia para salir de grandes atolladeros. Estoy de acuerdo en que este tipo de relatos nos aporta una cierta distancia que nos puede aportar mayor luz para ver nuestros problemas del día a día ayudándonos a ver las cosas desde otra perspectiva y a partir de entonces empezar a ser más críticos y a cuestionarnos más las cosas.
    Esta capacidad de hablar de los problemas más cotidianos en un ambiente fantástico puede resultar mucho más motivador y atractivo para los lectores por lo que creo que es un género que nunca debemos perder de vista cuando queramos despertar en nuestros alumnos la pasión por la lectura.
    Gema Rupérez Guillén
    4º Educación infantil
    Universidad Pontificia de Comillas

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  6. La fantasía crea estados emocionales agradables tanto en niños como en adultos. A través de ella tenemos la posibilidad de trascender la realidad para vivir experiencias maravillosas y conocer reinos mágicos.

    Siempre fui una niña muy fantasiosa, en cualquier bosque encontraba un hada e imaginaba todo tipo de historias con seres mágicos. Me hacía muy feliz pensar que yo también tenía poderes sobrenaturales que me convertían en alguien invisible o que podía viajar con mi escoba mágica donde quisiese.

    Para los niños la fantasía se convierte en una herramienta fundamental para desarrollar su imaginación. La lectura fantástica les encanta porque les permite traspasar la barrera de su mundo para ir a otros mundos más emocionantes. Ahí reside la importancia de este tipo de literatura, ya que consigue despertar en los más pequeños la pasión por la lectura. Además la literatura fantástica aborda temas que permiten un acercamiento a diferentes situaciones de la vida real, por ejemplo en Harry Potter se tratan temas como la amistad, el esfuerzo, la perseverancia o la bondad.

    Como futura maestra creo firmemente en la literatura fantástica como herramienta fundamental para fomentar la pasión por la lectura en los niños. La fantasía conlleva el desarrollo de la imaginación y la imaginación desemboca en creatividad.

    Para mí, la creatividad, afortunadamente, mueve el mundo. Así que, vamos a dejar a los niños que lean fantasía, que imaginen y que sueñen. Al fin y al cabo, todos los recuerdos más maravillosos que tenemos de nuestra infancia son producto de la fantasía, como Papá Noel o El Ratoncito Pérez.

    Y no sólo considero que la fantasía sea para niños, todos estamos a tiempo de sentirnos protagonistas de una historia mágica que permita evadirnos por un momento de la realidad y hacernos sentir un poco más felices. Para mí, esa es la auténtica labor de la lectura.

    Lo que me gustaría poder hacer con mis alumnos en un futuro es eso, transmitirles el amor por la lectura. Demostrarles que a través de los libros podemos vivir experiencias inolvidables que lo que consiguen es desarrollar nuestra mente. La fantasía consigue enriquecer la realidad aportándole nuevos significados. Puedo asegurar que en el rincón de lectura de mi aula de Infantil, nunca faltará la fantasía.


    ALBA MARINA VARELA LLONGARRIU
    2º GRADO EDUC.INFANTIL. UAM.
    GRUPO 211

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  7. Habitualmente se piensa que la fantasía es algo exclusivamente ligado a la infancia. En numerosas ocasiones podemos ver a un niño hablando con sus muñecos de juguete, sujetando una rama de árbol a modo de espada o convertirse por un momento en un feroz dragón, sin embargo, a medida que los pequeños van creciendo parecen olvidar esos "mundos mágicos" y volver poco a poco a la realidad.
    Podemos encontrarnos con gente que piense que la fantasía no es algo que esté hecho para los adultos porque crea que solo es cosa de niños. Pero eso no es así. La fantasía nos permite crear mundos nuevos en los que podemos dar rienda suelta a nuestra imaginación creando todo a nuestro antojo pudiendo así hacer realidad alguno de nuestros deseos. Y todo ello nos ayudará a desconectar por un rato de la realidad y ¿quién sabe? a lo mejor a través de la fantasía, de la imaginación y de los sueños podríamos llegar a entender mejor la realidad.

    Pero volviendo al mundo infantil, no hay cosa que más le guste a los niños que sentirse dentro de mundos diferentes al suyo en los que ellos puedan ponerse en la piel de personajes fantásticos y hacer todo lo que más les guste marcándose sus propios límites. Esto lo consiguen mediante el juego, algo que debe estar presente en gran parte de la jornada escolar en Educación Infantil, pero además podemos hacer que nuestros alumnos se introduzcan en esos mundos de fantasía a través de la lectura, algo que les permitirá vivir sus propias experiencias. Para ello tenemos a nuestra disposición libros como "Donde viven los monstruos" los cuales nos ayudan a crear por un momento una atmósfera mágica en la que los niños se sentirán totalmente integrados. Lo más importante es que, como maestros, nunca permitamos que nuestros pequeños dejen de fantasear, imaginar, crear...

    Lucía Calvo Gómez
    Grupo 201
    2º Magisterio Infantil UAM

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  8. Buenas tardes Ana María, por fin he encontrado una entrada de muchas que ya leí para poder comentar, ya que mis pensamientos y palabras salían solos. Quizás me haya "salido" del tema un poco o quizás no, pero aquí expongo lo que es para mí la fantasía. Un saludo.

    La fantasía es una gran capacidad que desde mi punto de vista ningún ser humano debería de perderla. Fantasía es poder crear de la nada todo un mundo mágico, es poder imaginar una vida, seres inexistentes, es dejarte llevar por el subconsciente o por el mundo de los sueños estando plenamente conscientes. Es poder conocer, descubrir, explorar otros mundos o incluso conocer nuestro propio mundo, nuestra realidad. Gracias a la fantasía podemos despejar nuestra mente, gracias a los sueños hacemos y deshacemos a nuestro antojo. Gracias a nuestros deseos, logramos ser quien somos.

    Cuando se habla de fantasía, imaginación o sueños inmediatamente pensamos en la infancia. Es lógico pensar en ellos, los niños son seres inteligentes que al igual que necesitan preguntar y pasar horas diciendo ¿Por qué? ¿Por qué? Y ¿Por qué?, se pueden tirar lo mismo es su mundo simbólico, es decir su fantasía, su realidad. Ya que constantemente inventan e imaginan en su día a día. Pienso que la fantasía es algo innato que nos viene dado a todos, pero que hay que fomentarla, hay que enseñar a los niños a no perder esa capacidad, ya que gracias a ello hacemos grandes creaciones.

    Pero por desgracia la fantasía en el mundo de los adultos parece que está mal vista (o por lo menos para algunas personas) ya que cada vez que dejo volar mis pensamientos imaginando lo que me gustaría llegar a ser, hacer, tener…y cuando los transmito y me contestan, hacen que esa respuesta me haga sentir mal por lo que he dicho y sobre todo haberlo pensado. Es como si ese pensamiento se tratara de un disparate o una locura que no me pudiera permitir decir o hacer.

    ¿Por qué hay personas que se empeñan en destruir sueños, deseos o fantasías? Esas personas hacen que te sientas absurda, por imaginar por ejemplo que tu vida en un futuro será un poco más fácil o qué lograrás ser quién deseas. Hacen que las ganas e ilusiones vallan desapareciendo, hacen que ese mundo fantástico que quieres hacer realidad se desmorone y veas imposible el poder cumplir todo aquello que se desea. Hacen que te desmotives y pierdas la ilusión.

    Por ello yo siempre me pregunto si: ¿Los adultos no podemos soñar o fantasear? ¿No podemos cerrar los ojos e imaginar un mundo diferente o una vida diferente? ¿Por qué no podemos desear? Y ¿Por qué cuando pensamos lo que nos gustaría tener o ser nos dicen baja de las nubes o no empieces la casa por el tejado? ¿Es que acaso cuando dejamos de ser niños no podemos dejar volar nuestra imaginación? ¿No podemos soñar, ni desear?

    Y siempre me acabo respondiendo a mí misma: Yo soy dueña de mis pensamientos, de mis deseos, de mi imaginación…Yo soy la que elige mis sueños y como quiero que sean soñados. Yo soy…

    MARTA LÓPEZ HERNANZ

    MAGISTERIO ED. INFANTIL

    GRUPO 211 UAM

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  9. Antes de empezar a hablar sobre el tema planteado me gustaría darte las gracias y felicitarte por este blog que me parece que es muy difícil de hacer y sobre todo por tratar temas tan interesantes.

    Para mí la fantasía es una de las cosas más importantes para los niños porque desde que empiezan a jugar y a tener consciencia de ellos mismos empiezan a crear historias. Estas historias siempre son fantásticas porque no recrean el mundo real aunque sí tienen que ver con él, es decir, se crean dichas historias para representar su realidad y para aprender sobre ella. Por esto siempre les gusta que les leamos cuentos pero sin embargo quieren que les contemos la verdad sobre lo que está sucediendo en casa.

    Una cosa que me ha llamado mucho la atención del artículo es los diferentes tipos de fantasía que yo no conocía porque simplemente lo incluía todo como fantasía.
    El que más me ha llamado la atención es lo llamado “relatos maravillosos o cuentos de hadas” porque además de los típicos cuentos de hadas en esta sección de incluyen los relatos que se apoyan en una base científica para su creación y que aunque se han escrito hace muchos años ahora no son relatos fantásticos sino que existen en realidad, esto es lo que dice Julio Verne “Todo lo que el hombre fue capaz de soñar, otros hombres podrán realizarlo algún día.”

    Otra cosa en la que este artículo me ha hecho reflexionar es que la mezcla entre la realidad y la fantasía y la necesidad de los niños de entender la realidad a través de la fantasía hace que mucha de las adaptaciones de los libros para adultos no tengan éxito porque realmente que sea una adaptación no quiere decir que haya que ocultar cosas sobre la realidad a los niños. Por esto creo que las adaptaciones de Walt Disney son las más conocidas y preferidas por los niños porque cuenta cómo es la realidad, esa que realmente necesitan explicarse, esto pasa en cuentos como “El rey león” donde muere el padre del protagonista cuando este es muy pequeño o en “Bambi” cuando los cazadores matan a su madre. Estos son casos reales y que a partir de ellos se crean historias fantásticas de forma que son muy útiles para los niños para entender el mundo que les rodea.

    Isabel Martín Pereda.
    Magisterio Infantil.
    Grupo:211

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  11. Buenos tardes Ana María:

    Tras mencionar este artículo en la clase anterior, he sentido curiosidad por leerlo y no puedo pasar sin escribir un breve comentario.

    La lectura y el juego, como hemos estudiado, son actividades muy similares que comparten muchas características. La fantasía refuerza la idea de evasión de una realidad para introducirse en otra con la ayuda de nuestra imaginación, si los niños desarrollan su imaginación desde las primeras etapas, se convertirán en adultos creativos e innovadores.

    Haciendo mención a la apelación al receptor en tu artículo:
    “En el niño la imaginación se desborda tempranamente, siendo la razón del adulto la que circunscribe y juzga sus creaciones, pareciéndonos con frecuencia inverosímiles porque no responden a la realidad, pero ¿a qué realidad?”

    Pienso que muchas veces los adultos nos empeñamos en moldear y perfilar la imaginación y las creaciones de los niños (no solo artísticas, también respuestas inverosímiles que nos encontramos con frecuencia) e intentamos adaptarles a lo que nosotros llamamos realidad. Sin embargo, como escribió Ortega y Gasset: “el punto de vista individual me parece el único punto de vista desde el cual puede mirarse el mundo en su verdad”; "Cada vida es un punto de vista sobre el universo". La perspectiva individual es la única forma, desde mi punto de vista, de llegar la realidad y por esta razón, no debemos imponer a los más pequeños nuestro punto de vista. Debemos dejar que ellos mismos vivan la realidad a su manera.

    Volviendo al tema de la fantasía, pienso que es importante que los alumnos lean libros de este género en todas las etapas aunque, desde mi experiencia, fue en la etapa fantástico realista (9 a 12 años) en la que la fantasía jugó un papel más importante. Una de mis escritoras favoritas era Laura Gallego, escritora de El valle de los lobos, por ejemplo. Aunque, evidentemente, la fantasía juega un papel fundamental en la etapa de infantil y primaria: “Hablar de fantasía es entrar en el mundo que puede dar la llave de comprensión del mundo real.”

    En este punto me gustaría mencionar el libro 1984 de George Orwell ya que lo has comentado varias veces en clase y lo leí hace un par de años… ¿Podemos considerarlo fantasía? Me horrorizó pensar que cada línea que leía se acercaba más a nuestra realidad actual: el control sobre lo que escribimos, las cámaras, las grabaciones innecesarias de todos nuestros movimientos… Orwell se convirtió en un visionario sin saberlo ya que su libro en un primer momento fue una crítica al comunismo.

    Para finalizar, en ninguno de mis comentarios te había felicitado por este blog. Resulta una gran herramienta innovadora de aprendizaje no solo para tus alumnos sino también para todas las personas que sientan curiosidad y quieran formarse en numerosos temas que ofreces.

    Pilar Oteo Cerrato
    211 - Literatura Infantil
    UAM

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